200 años después: Claudia Sheinbaum, la República y su legado
A 200 años de la primera presidencia en México, Claudia Sheinbaum encabeza una conmemoración que resalta el poder de la memoria histórica y la cultura como motores de transformación social.
Hoy se conmemoran 200 años de la instauración de la República en México, un hito que no solo marcó el fin de la monarquía y el colonialismo, sino que sentó las bases para un modelo político fundamentado en la libertad, igualdad y soberanía popular. En el contexto de esta celebración, la ceremonia encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum en el Zócalo no solo nos invita a recordar la historia de la República, sino a reflexionar sobre la cultura como un motor de transformación social. Pierre Bourdieu, sociólogo francés, teorizó sobre la cultura como un campo de poder en el que se construyen las estructuras sociales, destacando cómo puede ser un instrumento para perpetuar o cambiar el orden establecido.
Según Bourdieu, el capital cultural es una herramienta clave para influir en el sistema de clases y las dinámicas de poder. En México, la conmemoración de la República refleja esta idea: al recordar la lucha por la independencia, se resignifican los valores fundacionales de justicia, soberanía y participación ciudadana, proyectándolos como objetivos vivos para la construcción de nuestro futuro. La memoria histórica que se invoca en eventos como el de hoy es un claro ejemplo de lo que Bourdieu denomina "capital simbólico": aquellos valores y prácticas que, al ser reconocidos y aceptados por una sociedad, influyen en su estructura social y en su evolución.
Este acto nos recuerda la famosa frase "quien no conoce su historia, está condenado a repetirla". El desconocimiento del pasado limita nuestra capacidad para comprender el presente y, más aún, para construir un futuro diferente. Es aquí donde la cultura, entendida como una herramienta de transformación social, juega un papel central: necesitamos conocer nuestra historia no solo para evitar errores del pasado, sino para utilizarla como base para imaginar y diseñar un mejor porvenir.
La presidenta Sheinbaum subrayó en su discurso cómo la transformación cultural que ha vivido el país ha permitido que, por primera vez en 200 años, una mujer llegue a la presidencia. Este cambio cultural es también un cambio en la estructura del poder, abriendo nuevos espacios para la participación y la democratización de las instituciones, como lo refleja la reciente reforma judicial mencionada durante la ceremonia. Solo comprendiendo y asimilando el recorrido histórico que nos ha llevado hasta aquí, podemos impulsar los cambios que nos faltan para alcanzar una sociedad más justa y equitativa.
Entender el pasado no es un ejercicio pasivo de rememorar; es un acto activo de construcción del futuro. Como Bourdieu lo argumentaría, este tipo de actos públicos tienen un poder performativo: al revivir los valores republicanos y proyectarlos hacia el futuro, se crea una narrativa que redefine las relaciones de poder y moviliza a la ciudadanía para continuar luchando por un México más justo e igualitario.
La cultura, entonces, no es solo un reflejo de la sociedad, sino una herramienta poderosa que, utilizada estratégicamente, puede modificar la realidad social. Celebrar la República es también un acto de reafirmación de los ideales que nos permiten soñar con una sociedad más equitativa y libre. Para construir el futuro, primero debemos entender el pasado.
Fuentes:
Bourdieu, P. (1988). La distinción: Criterio y bases sociales del gusto. Taurus.
Bourdieu, P. (1991). El sentido práctico. Taurus.
Sheinbaum Pardo, C. (2024, 10 de octubre). Discurso en la ceremonia del Bicentenario de la República [https://www.gob.mx/presidencia/es/articulos/version-estenografica-ceremonia-conmemorativa-de-los-200-anos-de-la-republica?idiom=es].